Esto si es de lo más gracioso que he leído en mucho tiempo. Resulta que el Alcalde de Sarpourenx (Francia), informó a todos sus habitantes que tienen prohibido morirse en el pueblo si es que no tienen un espacio en el cementerio de la localidad.
Si eso no fuese suficiente, este individuo advirtió que los infractores (es decir los muertos) serán severamente castigados (habría que preguntarle al alcalde como planea hacerlo)
Nota original: La Jornada
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